Historia de la aviación en Bucaramanga

«Bucaramanga» Primer avión de la COSADA. Fotografía: Quintilio Gavassa

15 de diciembre del año 1922, en vísperas del tercer centenario de la ciudad, los cielos Bumangueses fueron surcados por primera vez por «Bolívar» un biplano que sobrevoló la ciudad. Igualmente, el día 22 de diciembre como homenaje a la ciudad en sus 300 años, el aviador francés Machaux alzó vuelo nuevamente y sobrevoló por extenso tiempo la meseta para deleite de los bumangueses, quienes, hasta el momento, solo conocían la magia de volar por medio de fotografías.

El día 24 de marzo de 1924 tiene lugar un gran evento social al cual asisten altas autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la ciudad y del Departamento: el bautizo del primer avión de la Compañía Santandereana de Aviación (COSADA). El avión es de tipo Dornier Komet y es nombrado «Bucaramanga». Hellmuth von Krohn,  piloto de la Fuerza Aérea del Imperio Alemán en la Primera Guerra Mundial, en ese momento, piloto de la aerolínea SCADTA (Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos, 1919. Ahora AVIANCA) y el también piloto alemán W. Junk aviador de SCADTA, fueron los encargados de realizar los primeros viajes. Ese día el avión alzó vuelo en cuatro oprtunidades:

1- piloteado por W. Junk y como pasajeros: el Gobernador Pradilla y su prometida, Cecilia Sorzano, el doctor Luis Sorzano, el doctor Leonardo Mantilla, Presidente de la Asamblea.

2- piloteado por Von Krohn, llevando a: la Reina, señorita Sofia Ana Barrera y el señor Saulo Barrera Parra.

3- en esta tercera oportunidad viajó el Alcalde, señor Peña Puyana, la señora Wessels, el presbítero doctor Soto y algunos más.

4- El cuarto vuelo con los pasajeros: Christian P. Clausen y su hija Maria, Maria Giorgi de Stunckel y Rafael Contreras, hijo. No pudo completarse de manera exitosa debido a que el avión cae en una zanja y se rompe la hélice, además de torcerse el eje de la rueda. Por fortuna todos salen ilesos.

Periódico El Tiempo, 25 de marzo de 1924

Se hicieron grandes esfuerzos por reparar el «Bucaramanga», encargaron los repuestos, incluso el dueño de la cervecería de “La Esperanza” George Clausen trae de Alemania un técnico sueco, pero por más que intentaron hacerlo funcionar nuevamente, resultó imposible y finalmente lo devuelven a Alemania. Fue cambiado por un modelo más robusto, el Junkers F-13 al cual le provisionan flotadores, era perfecto ya que podían usar el río Magdalena como pista de aterrizaje, considerando que la principal ruta cubierta era la de Bucaramanga – Puerto Wilches. Sin embargo, con el recién inaugurado ferrocarril que cubría la misma ruta, COSADA desaparece en el año 1930, y sus activos fueron integrados a SCADTA.

Pista en X Aeropuerto Gómez Niño

A finales del año 1938, SCADTA construye en el llano de los Ordóñez (actual Ciudadela Real de Minas) específicamente en una finca llamada La Hacienda, de propiedad del médico Tréver Orozco, el aeropuerto Luis Francisco Gómez Niño, o sencillamente conocido como Gómez Niño, en honor al aviador santandereano de principios del siglo XX. A la vez que iniciaban operaciones los Junkers F 13 en su versión de ruedas. Este aeropuerto contaba con grandes limitaciones debido a su ubicación, ya que estaba al interior del casco urbano de la ciudad, incluso los pilotos o pasajeros que tenían sus familiares viviendo en los barrios aledaños «saludaban» a su paso por las viviendas antes de aterrizar. Sin embargo, tenía una ventaja y es que era uno de los pocos aeropuertos en Colombia con dos pistas de aterrizaje simultáneamente, construidas en forma de X para su uso, dependiendo de los vientos predominantes.

En el año de 1954 la Empresa Colombiana de Aeródromos (ECA) encargado de la construcción, mejora y mantenimiento de los aeropuertos públicos, adquiere el Aeropuerto donde Avianca y Aerotaxi contaban con sede de operaciones, y a su vez, otras líneas aéreas tuvieron allí su sede principal, como es el caso de TAXADER (Taxi Aéreo de Santander Limitada). Fue el 9 de marzo de 1.948 donde la empresa TAXADER se constituye legalmente como el primer taxi aéreo de la región, mediante escritura número 729 suscrita ante el Notario Segundo Principal de la ciudad, con un capital social de diez y seis mil pesos, bajo la sociedad del empresario Gonzalo Galvis y el Mayor retirado de la Fuerza Aérea Colombiana, Alberto Parada. Un mes después, la Aeronáutica Civil le autoriza a la nueva sociedad la iniciación de sus operaciones mediante Resolución No. 50 del 5 de abril de 1.948. El primer aeroplano adquirido portaba la matrícula colombiana C-28 y fue bautizado con el nombre “Bolívar”, aquel que recuerda el nombre del primer biplano que sobrevoló la ciudad.

Fotografía obtenida vía http://www.aviacol.net

TAXADER contaba con la autorización oficial para transportar “pasajeros, carga y correo aéreo”. Nunca lograron autorización oficial para emitir estampillas propias, a pesar de esto, el 11 de julio de 1955 la empresa emitió una serie de tres estampillas con un resello impreso en la Editorial AS de Bucaramanga. En total fue una cantidad de series entre 600 y 1.500 que circularon durante 25 días. Al cabo de ese tiempo, por mandato oficial debieron ser retiradas de circulación.

Artículo periódico El Tiempo Lunes 18 de octubre de 1965

Domingo 17 de octubre de 1965, tragedia nacional, el primer choque de dos aviones en el aire del país. El vuelo de AVIANCA AV-676, un avión Douglas DC-3 de matrícula HK-118 parte a las 9:00 a.m. del Aeropuerto El Dorado de Bogotá con destino a la ciudad de Bucaramanga, se esperaba que en promedio 52 minutos después aterrizara en el Aeropuerto Gómez Niño, ya que se desplazaba a una velocidad de 257 Kilómetros por hora y las condiciones meteorológicas eran favorables aquel día. Con Rafael Piñeros Franco de 42 años como piloto y Enrique Vesga Madiedo de 27 años como copiloto, el avión ya estaba en curso cuando Víctor Alarcón Carreño de 21 años, piloto en formación, subió a la avioneta «Piper Super Cub» propiedad de la Escuela de Aviación Ivieta de Bucaramanga y alzó vuelo, al parecer, con el objetivo de sobrevolar el barrio terrazas, que para la fecha contaba con alrededor de 150 viviendas. Existe una fuerte hipótesis que se hizo muy popular en aquella época, decían que el joven aprendiz de piloto la noche anterior había asistido a una fiesta en el club del comercio de la ciudad y había tenido una discusión con su novia, el objetivo al día siguiente de Víctor era sobrevolar precisamente el barrio donde vivía su novia y «saludarla» como era costumbre entre los pilotos y sus familiares o personas cercanas.

Sobre las 10 a.m. el avión de AVIANCA se acerca a su destino y solicita permiso para aterrizar, en ese momento le fue denegado, recibieron órdenes de tomar rumbo oriente y sobrevolar la ciudad esperando nuevas instrucciones, sin embargo, ese curso los llevo a chocar con la avioneta que tenía la misma ruta y altitud similar, con la diferencia que el avión llevaba una mayor velocidad permitiendo el siniestro. Eran las 10:15 a.m. cuando se escuchan dos fuertes explosiones, producto de la caída de los dos, tanto avión como avioneta, dejando un terrible saldo de 16 personas fallecidas, es necesario mencionar la maniobra heroica por parte del piloto Rafael Piñeros y su copiloto Enrique Vesga, quienes lograron alejar su colisión del barrio Terrazas, hacia el entonces despoblado cerro de pan de azúcar, evitando elevar la cifra de víctimas. Aquellos que aún recuerdan el suceso comentan que la gente salió en masa hacia el lugar del accidente, algunos por la curiosidad y un poco también movidos por el morbo que generaban los restos de la catástrofe.

En agosto de 1979 se inaugura el Aeropuerto Palonegro por el Presidente Misael Pastrana Borrero en inmediaciones del municipio de Lebrija, específicamente en la célebre vereda de Palonegro, recordada porque allí se vivió entre el 11 y el 25 de mayo de 1900 la batalla de Palonegro, una de las más importantes dentro del conflicto bélico conocido como la Guerra de los mil días. Así queda desplazado oficialmente el Aeropuerto Gómez Niño y se abre paso a la acelerada urbanización del sector Ciudadela Real de Minas, donde quedan casi nulos rezagos de la historia y transformaciones vividas en este lugar.

El espacio de los comentarios queda abierto para compartir información, historias, relatos o experiencias sobre la historia de la aviación en la ciudad.

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