Es importante entender el concepto de mutualidad para interpretar como fue adoptado por la ciudad y sus habitantes, podría decirse que el mutualismo es un movimiento social constituido a partir de la asociación voluntaria de personas que tienen objetivos comunes, se basa igualmente en la ayuda recíproca entre los miembros que la conforman. En Colombia las primeras mutualidades surgieron con la idea de reivindicar la clase obrera y la honradez del gobierno, pero éstas no tuvieron gran futuro ya que fueron reemplazadas por las cooperativas, figuras que aún se mantienen en vigencia.
En Bucaramanga inicia el movimiento mutualista en el año de 1909, donde aparece la primera edición del semanario «la mutualidad» allí se daban a conocer ideas revolucionarias traídas de Francia, país donde las sociedades mutuales fueron acogidas rápidamente. Es tal vez por esa influencia y porque el director de la Compañía Colombiana de la Mutualidad, don Víctor Manuel Ogliastri Figueroa habitó la capital francesa mientras cursaba sus estudios superiores, que nace la idea de hacer de Bucaramanga una ciudad como Paris. En 1922 fue publicado el gran proyecto de la urbanización del barrio de la Mutualidad, para el cual fue necesario la compra de las totalidad del llano de don Andrés, tres cuartas partes compradas directamente a la hija de Andrés Serrano, Mercedes Serrano.
En el terreno se trazan dos bulevares muy al estilo de la ciudad luz, bautizados en honor a Bolívar y Santander, es así como se construye el barrio de la Mutualidad destinado a la clase media y más arriba el barrio Alarcón destinado a familias de alto estrato. También se decide construir un gran parque, el Luna Park en 1925 que ofrecía un espacio de entretenimiento a los habitantes, con el característico lago que correspondía a influencias externas, por ejemplo, el luna park de la ciudad de Bogotá apareció en el año 1919 y tenía en él como atractivo principal el lago. En la actualidad el luna park es un recuerdo de la ciudad, ya que en este espacio se encuentra hoy ubicada la sede del SENA sobre la carrera 27, un paisaje contrastante con el otrora parque.
